Integración del coaching en la Administración Pública

PEQUEÑAS GRANDES COSAS QUE HACEN MÁS BONITA PARA MÍ LA VIDA: •Abrazar a mi hijo y sentir su inmensa ternura, esperarle en la puerta del cole y verle salir con esa espléndida sonrisa, jugar con él, leerle y que me lea, compartir ratos cotidianos, sentir su compañía en cualquier momento del día. •Bajo la sombra de un árbol sentir la inmensidad del cielo azul, tumbada sobre la hierba, escuchar el canto de la naturaleza. •Sembrar, árboles, plantas, verlas crecer, cuidarles, sumergir las manos en la tierra, oler y sentir la hierba y el campo. •Bailar, en clases, en la calle, en el baño del trabajo, en cualquier lugar. •Patinar, ir en bicicleta, sentir el fresco en la cara y esa pequeña velocidad. •Conducir escuchando una charla o melodía ilusionándome con el destino. •Escuchar música, sola y mejor acompañada, en el coche, en casa, en la calle, en cualquier lugar. •Disfrutar de la presencia de seres queridos, amistades, familia, escuchar, hablar, conversar, conectar, darnos cariño, apoyarnos , entendernos, en cualquier lugar, montaña, llanura, ciudad, playa, caminando , tumbados, alrededor de una mesa, .. •Aprender, de una y mil formas. •Moldear, con barro, con un trozo de plastilina. •Hacer dibujitos mientras hablo por teléfono. •Fotografiar árboles, con la cámara o con la mente. •Crear, unir conceptos, escribir, ilusionarme con ideas, compartirlas. •Reir, bromear, buscar y encontrar puntos de humor. •Acompañar a gestionar duelos, a generar positividad, en sesiones grupales o en intimidad individual. •Un rincón, una luz tenue, té rojo o un rooibos, una vela , una varita de incienso y el silencio necesario para disfrutar de una gran compañía, un buen libro. •Sentir la brisa fresca, el sonido del mar, observar cada fantástica puesta de sol con los pies hundidos en la arena. •Entrar en la cama, sentirme calentita, relajarme y repasar todo lo bello del día. •Soñar, despierta y dormida y volar cuando lo hago. •Tocar la nieve o las gotas del rocío, ver amanecer desde la montaña. •Sentir el calor de la ducha, el agua recorriendo mi cuerpo. •Acariciar a un animal, observarle, compartir momentos con el mismo. •Notar que vivo, que estoy aquí, agradecer cada segundo de existencia. •Filosofar, pasear con almas inquietas sintiéndonos parte de un todo. •Observar las estrellas en un día de poca luna y contemplar la luna llena cuando toca. •Nadar y bucear, en el agua y en los sentimientos, observar la maravilla del mar y de las emociones. •Pasear por lugares nuevos y por lugares antiguos descubriendo nuevas formas de observarlos. •Su amor, el amor, crearlo, hacerlo,mirarle a los ojos y que me mire, decirle y que me diga, “te quiero”, su cercanía, el deseo, sus mensajes, su imagen, su recuerdo, respirarle, el éxtasis de sus caricias, estremecerme entre sus brazos, esos besos que hacen volar y que me trasladan a una increíble dimensión, la presencia y la existencia de él que hace que todas las maravillas anteriores se intensifiquen hasta límites insospechados.