Seres humanos, llenos de imperfección. Mirar hacia dentro y ver cómo se cometen errores. Análisis final de cada día y siempre hay cosas mejorables. Muchas veces, bajo la óptica del optimismo se valoran los aspectos positivos pero otras, podemos ver cómo se pude volver a tropezar con la misma piedra. Si que existe el aprendizaje y eso es alentador, pero el camino es muy duro y por muy claro que se tenga cuál es el mismo, cuesta trabajo, son hábitos actitudes, losas que cuesta desplazar.
Es necesario perdonarnos nuestros propios errores pero también perdonar los de las demás personas y comprender, sobre todo, tratar de tener empatía pero teniendo en cuenta que no somos iguales, colocarnos en el lugar de otras personas pero sin esperar que reaccionen como lo harías tú.
Existe la ilusión de perfección cuando se mira el cielo, cuando se pasea al atardecer y tras ver ocultarse el sol aparecen las primeras estrellas, cuando se pasea por el campo o se nada por el mar, cuando se aprecian las palabras de una persona querida o se disfruta con su sonrisa. Pero no somos perfectos más aunque lo fueramos a nuestro parecer, no lo seríamos para otras personas pues la diversidad de ideas, pensamientos, subculturas es tan tremenda que sólo pueden existir puntos de encuentro.
Veo un punto intermedio entre la búsqueda pacífica de la perfección y la reivindicación. No comprendo cómo pueden consentirse determinadas injusticias en este mundo y permanecer en la más absoluta inactividad. Temo que sea un aprendizaje interiorizado por casi todas las personas y sobre todo, desde la comodidad en la que nos encontramos el 20% de la población mundial con nuestro pequeño mundo consumista y conformista para con las injusticias de las demás personas. Nos ocurre algo y luchamos con uñas y dientes, pero le ocurre algo a la vecina y ya cambia la cosa. Cuanto más si le ocurre a una senegalesa.
Espero que internet se vaya convirtiendo en una herramienta de denuncia mundial contra tantas barbaridades donde sufren millones de personas por las desigualdades y carencia de auténtica democracia. De las desigualdades, como no, la mayor de ellas por afectar al 50% de la población la de género que nos afecta hasta en los paises más adelantados. Muy a menudo pienso en datos escalofriantes acerca de las muertes de hijos e hijas ¡Por hambre!!!!! esas mujeres que son las que más lo sufren pues no es caso aislado la que queda embarazada por violación o en contra de su voluntad, si, aún hoy en día hay millones de mujeres que no cuentan con un ápice de libertad, ya no sólo es que sean más pobres que los hombres sino que viven subyugadas e indefensas ante la más absoluta esclavitud.
Hoy agradezco e incluyo aquí el texto que mi amigo Enrique Biedma ha extraído de sus lecturas de Krishbamurti:
¿Por qué, desde el nacimiento a la muerte, el individuo siempre desea ser amado y, si no consigue este amor, no se le ve tan sereno y lleno de confianza como sus semejantes? Krishnamurti: "¿Piensa usted que sus semejantes están llenos de confianza? Pueden pavonearse, darse ínfulas, pero usted encontrará que detrás de la exhibición de confianza, casi todos ellos están vacíos, embotados, son mediocres y no tienen en absoluto una verdadera confianza. ¿Y por qué queremos que se nos ame? ¿Acaso no desea usted ser amado por sus padres, por sus maestros, por sus amigos? Y, si somos adultos, deseamos ser amados por nuestra esposa o marido, por nuestros hijos, o por nuestro guru. ¿Por qué existe este perpetuo anhelo de que se nos ame? Escuche cuidadosamente. Uno quiere ser amado porque no ama, pero en el momento en que uno ama, se terminó, ya no anda inquiriendo si alguien lo ama o no. En tanto estemos exigiendo que se nos ame, no hay amor en nosotros, y si no sentimos amor, somos feos, groseros. Entonces, ¿por qué deberían amarnos? Sin amor, uno es una cosa muerta; y cuando la cosa muerta pide amor, sigue estando muerta. Mientras que si nuestro corazón está lleno de amor, nunca pedimos que se nos ame, nunca extendemos nuestra escudilla de limosnero para que alguien la llene. Sólo lo vacío necesita ser llenado, y un corazón vacío jamás puede llenarse corriendo detrás de los gurus o buscando amor de otras cien maneras diferentes.
Me encanta Krishnamurti, era un auténtico sabio. Sin embargo, aunque no hace muchos años que falleció vivió en una cultura patriarcal. Si bien tenía una mente abierta y amplia y unos pensamientos igualitarios creo que se quedó en la superficie en este sentido, pienso que supo ver desde la sabiduría aspectos tales como la guerra y paz exterior e interior, el más allá de la violencia, la racionalidad y sentimientos humanos pero tal vez no supo escapar de determinados prejuicios culturales, algo que dejo pendiente a debatir con Enrique que tiene unos 100 libros de él.